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Insectos comestibles por humanos, ventajas y desventajas

Insectos comestibles
Insectos comestibles (escorpión)
David Ceballos/CC BY 2.0

Introducción a la ingesta de insectos comestibles

Los insectos son los animales más exitosos en todo el planeta, por ser los más abundantes, están incluidos dentro del Phyllum Arthropoda y se caracterizan por poseer un cuerpo cubierto por un exoesqueleto quitinoso dividido en tres partes que son la cabeza, el tórax y el abdomen, además de poseer un par de antenas y tres pares de patas, las alas pueden o no estar presentes. Son invertebrados muy populares para el hombre, ya que es común encontrarlos en cualquier parte, incluso en nuestras casas y muchos de ellos son considerados plagas y transmisores de enfermedades, pero para algunos animales constituyen una fuente de alimentación, denominándose entomofagia a su consumo. Igualmente existen insectos comestibles para el hombre.

Para algunas personas, la ingesta de insectos es un hábito poco conocido y hasta repulsivo, sin embargo, existen registros antiguos que demuestran que era llevada a cabo por algunas civilizaciones y en la actualidad, se considera una opción que aportaría muchos beneficios, tanto a nivel nutricional, como ambiental y económico, llegando hasta el punto donde se han aprobado leyes para la comercialización de insectos comestibles para humanos y donde se han realizado grandes investigaciones en este ámbito, en organizaciones como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) con su Programa de Insectos Comestibles.

Es importante destacar que el término normalmente engloba a otras especies de animales artrópodos que no necesariamente son insectos, como las langostas y los arácnidos, pero en el presente artículo nos centraremos en los animales incluidos dentro de la clase Insecta, es decir, los que poseen las características generales mencionadas anteriormente.

Principales insectos comestibles por el hombre

Existen muchos tipos de insectos comestibles por el hombre, se estima que la cifra puede estar entre 1600 especies que son competentes para la alimentación humana, pero, para algunos autores estos valores son más altos, llegando a sobrepasar los 1900 ejemplares. Entre los insectos de consumo humano, los que ocupan el porcentaje mayor a ser consumidos, son los escarabajos o miembros del orden Coleoptera, con aproximadamente un 31 % de preferencia; seguidos por las orugas, integrantes del orden Lepidoptera con un 18%; en la lista continúan los insectos himenópteros con un 14% donde se incluyen a las hormigas, abejas y avispas; luego los grillos y saltamontes, protagonistas del orden Orthoptera con un 13% y los pertenecientes al orden Hemiptera como los chinches y chinchillas con un 10%.

En menores proporciones podemos encontrar las moscas (Diptera), libélulas (Odonata) y termitas (Blattodea), cuyo consumo no supera el 3% en cada caso.

Existe una gran variedad de formas en la que estos insectos son consumidos por los humanos, que varían en las distintas zonas geográficas del mundo, así, tenemos que los insectos comestibles pueden ser degustados enteros o molidos, fritos, hervidos o asados, como plato principal o como acompañante o ingrediente de algún otro, y también podemos encontrarlos como alimentos procesados, por ejemplo, barritas energéticas y macarrones hechos con harinas de insectos.

Aportes nutritivos de los insectos comestibles en humanos

Los insectos comestibles proporcionan un aporte nutritivo variado a la dieta de los humanos, ya que contienen proteínas, grasas, vitaminas y minerales, además de un alto contenido de fibra, pero las proporciones pueden ser diferentes dependiendo del tipo de insecto e incluso de la especie que se trate, de la zona geográfica en la que se ubique y del estadio en el que se encuentre su desarrollo, por lo general, las formas inmaduras como las larvas son más nutritivas y más blandas que los adultos.

En cuanto a las proteínas, los insectos comestibles poseen proteínas formadas por aminoácidos esenciales, que son indispensables para la dieta del ser humano, ya que el hombre no los puede sintetizar por sí mismo y son necesarios para el correcto funcionamiento del individuo. Los lípidos presentes en los insectos son mayormente los del grupo de las grasas poliinsaturadas sobre todo en las formas inmaduras como larvas y pupas. Las vitaminas que se encuentran en mayor proporción en los insectos son las que pertenecen al complejo B y entre los minerales podemos mencionar los siguientes: calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio, entre otros.

Beneficios del consumo humano de insectos

A continuación se mencionan los beneficios del consumo humano de insectos desde el punto de vista nutricional, medicinal, ambiental y económico:

Beneficios nutricionales: la entomofagia aporta beneficios a la salud por el alto valor nutritivo que poseen este tipo de artrópodos y que ya han sido mencionados, gracias a ellos, se pueden obtener mejoras en el funcionamiento del sistema inmunológico, óseo, nervioso, así como una correcta reparación de células y tejidos, además de proporcionar una fácil digestión por el elevado contenido de fibra presente. Los insectos comestibles también aportan gran cantidad de energía gracias a las grasas poliinsaturadas que poseen.

Medicinales: Los insectos de consumo humano, aparte de utilizarse como alimento en la dieta, también pueden ser ingeridos por sus propiedades medicinales que son conocidas desde tiempos remotos por algunas culturas, se les han apropiado mejoras para el sistema digestivo, respiratorio, nervioso, circulatorio, en los huesos y además de poseer tributos antimicrobianos.

Beneficios ambientales: desde el punto de vista ambiental, la ingesta de insectos comestibles por parte de los humanos representa un mejor cuidado del planeta en comparación con el daño ocasionado en prácticas pecuarias con ganado de cualquier tipo, y es que al ser los insectos de pequeño tamaño, con gran facilidad de cría, generando altas densidades poblacionales en un lugar menor, además de que se puede aprovechar el espacio verticalmente, y si a lo anterior se le suma la fácil alimentación que presentan éstos invertebrados, que incluso pueden alimentarse con desechos vegetales de los humanos, obtenemos como resultado menos contaminación y deforestación, igualmente los insectos comestibles generan menores gases de efecto invernadero (por lo menos las especies óptimas para consumo humano).

Económicos: el utilizar insectos para consumo humano, es una alternativa económica y rentable para cubrir la demanda creciente de alimentos en el mundo, producto del crecimiento demográfico que va en aumento exponencial y para combatir la desnutrición y el hambre presente en el planeta, para lo cual, la cría de insectos representaría una opción viable y de bajos costos.

Aspectos negativos del consumo humano de insectos

Como aspectos negativos o poco favorables para los insectos de consumo humano podemos mencionar los prejuicios y el rechazo de algunas personas hacia este tipo de invertebrados, por lo que la forma de preparación y presentación puede jugar un papel fundamental en su aceptación sobre todo en los países donde no es común la entomofagia.

Otro punto negativo es que algunas especies de insectos producen gases como el metano, por lo que resulta importante el conocimiento de los especímenes para optar por las que brinden mayores beneficios a la salud y al medio ambiente.

Los insectos comestibles también pueden provocar alergias como otro tipo de alimentos ingeridos por el hombre.

Por último podemos mencionar que algunos insectos son transmisores de enfermedades a los seres humanos, por lo que es indispensable un correcto manejo y procesado que garantice la seguridad alimentaria al consumidor.

Referencias

  • – Ambrosio-Arzate, G.; Nieto-Hernandez, C.; Aguilar-Medel, S.; Espinoza-Ortega, A. (2010)
  • – Arango, G. (2005)
  • – Halloran, A.; Vantomme, P. (2006)
  • – Quirce, C.; Filippini, V.; Mico, E. (2013)
  • – Viesca, F.; Romero, A. (2009)
  • – Viesca, F.; Barrera, V.; Juarez, A. (2012)

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